Acerca de María Gozalo

Lo primero que hice fue hacerme pi-pi en el terráqueo. (El mundo he comprendido después que se merecía aquel primer gesto de rebeldía). Joven estudiante de Periodismo en la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid con inquietudes y proyectos altamente contagiosos.

¡Juas Juas(ticia)!

“Mamááááá, ¡Jaimito me ha quitado el granjero de Playmobil!”. La madre recoge con delicadeza el granjero que Jaimito acaba de dejar en el suelo y se lo devuelve a su hijo mayor. “Carla, sabes que no se tiene que pegar a nadie. Vas a ir ahora mismo a pedir perdón a Alicia y que sepas que hoy te has quedado sin postre”. Carla mira a su padre enfadada pero obedece, consciente de que si no lo hace la cosa puede ponerse muy muy fea.

No voy a elogiar a la Justicia Internacional. De hecho, no voy a elogiar ni a la Justicia que aparece en los libros o documentos oficiales ni a la que ejercen señores/as con toga y mazo de madera. No voy a alabar a la Justicia con mayúscula porque no es ni de lejos una justicia con mayúsculas. A los justicieros creyentes de corazón, mis más sinceras disculpas.

Las desgracias ocurren cuando olvidamos quiénes somos y qué hemos venido a hacer aquí. Al parecer, el olvido aumenta conforme uno va escalando centímetros en no sé qué pirámide del éxito y si ya alcanzamos la cima… ¿principios?, ¿yo?, ¿desde cuándo? “Evolución” del Ser Humano.

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La mayoría de las altas esferas tienen dos problemas. El primero de ellos, debido a la altura: la falta de oxígeno que impide el correcto funcionamiento de nuestro cerebro. El segundo problema y que, obviamente, también afecta al entendimiento humano (es la única manera de justificar lo injustificable) es el amor. El amor hacia la figura sensual y curvilínea del dólar (o de cualquier otra moneda), hacia el más absoluto poder.

Parece mentira que estando la Justicia tan presente en la vida de todo Ser Humano prácticamente desde que nacemos, a día de hoy, se ejerza algo tan escalofriantemente distinto, eso sí, bajo el mismo nombre. En lugar de mantenerse el espíritu de la madre que devuelve el granjero de Playmobil a su hijo mayor o del padre que castiga a su hija sin postre por haber pegado a una niña, en los grandes Tribunales, por lo general, perdura la esencia del interés (en el sentido más deplorable de la palabra). Si hay que ser ruin, seamos ruines (o si no, pregúntenle a Baltasar Garzón). Si hay que vender la Ley, aprovecha y llévate la oferta 2×1: Ley+moralidad ahora por la mitad de precio. Y así la independencia se ríe de nosotros (o nosotros de ella, no lo tengo muy claro).

Creo que estas mismas características se pueden aplicar a todos los ámbitos en que opera la Justicia (local, autonómico, estatal e internacional). Aunque el último de ellos, he de reconocer que se escapa un poco a mi detector de irregularidades y caraduras.

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La Justicia Internacional (en relación al ámbito penal), fielmente representada por la Corte Penal Internacional de La Haya, persigue y juzga a las personas acusadas de cometer crímenes de lesa Humanidad (véase el caso yugoslavo, serbio o el de Ruanda). Para mí, a mayores, la Justicia Internacional es la prueba candente del fracaso y la decadencia en que están sumidos los Tribunales Estatales. Si la Justicia en cada Estado estuviera alejada de intereses políticos, económicos, ideológicos o similares y fuera realmente un poder independiente como así lo ordenan documentos oficiales de gran peso y nuestro maldito sentido común, no sería necesaria una Justicia Internacional. (Recordemos que todo lo crea y lo destruye el Hombre).

Pero claro, existiendo en muchos países una Justicia-remolque (lenta, pesada, que no se mueve si no tiras de ella… excepto cuando interesa) subordinada a leyes-violadoras de todos los derechos inviolables (como las Leyes de Punto Final que casi consiguen dejar libre de toda atrocidad cometida al líder argentino Jorge Rafael Videla) que además castiga a aquel que intenta ir más allá empujado por una moralidad que actualmente brilla por su ausencia en los Tribunales … ¿Cómo no van a hacer falta unos órganos superiores que velen por la estabilidad internacional? O mejor dicho, ¿cómo no va a parecer que hacen falta? Y digo parecer porque, volviendo a lo que he expuesto antes, si cada uno cuidásemos nuestro poder judicial (o mejor dicho, si éste fuera digno de cuidar), Mamá Justicia descansaría tranquilamente frente al televisor de su casa, sin tantos sobresaltos, sin tantos disgustos.

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Aún así hay países como Estados Unidos que NO reconocen la Corte Penal Internacional de La Haya. ¿Tendrá algo que ver Irak? Nadie lo sabe ni lo sospecha. No reconocer este órgano judicial implica, en este caso, que los ciudadanos estadounidenses acusados de haber llevado a cabo algún crimen contra la Humanidad no puedan ser juzgados y condenados por la Corte Penal Internacional. La repanocha ya. ¿Desde cuándo algo así puede ser opcional? Es muy bonita la Democracia y las manos levantadas para elegir lo que consideramos mejor en pos del beneficio común (aunque ya sabemos que esta última frase se traduce en “lo que consideramos mejor en pos de nuestros intereses personales. ¡El resto que se escuerne!”). Pero hay ciertas cosas, especialmente cuando sus efectos tienen consecuencias devastadoras a nivel internacional, que no deberían tener esa puerta de atrás, esa escapatoria ruin y de cobardes que tiene el cartelito de “no, yo no firmo” o “no, yo me opongo”.

Para ir poniendo punto y final a esta reflexión, me gustaría remarcar que la Corte Penal Internacional juzga única y exclusivamente “crímenes de lesa Humanidad” y por lo que tengo entendido están perfectamente definidos, con unas directrices muy claras que no admiten desviación alguna. Pero, ¿qué Tribunal Internacional juzga la corrupción que desborda a muchísimos países? ¿Quién condena los abusos de ciertos líderes políticos cuando son éstos quienes acaparan todos los poderes habidos y por haber en el Estado? No somos libres, el poder judicial no es libre. Basta ya de engañarnos y de intentar engañar.

Se juega con la Justicia y se juega con los Derechos. Esa es la realidad. Los ciudadanos necesitamos a alguien o a algo capaz de conseguir que personas como yo (recelosas y hastiadas) volvamos a confiar en un sistema judicial carcomido desde hace ya tiempo por las termitas. Necesito que me hagan creer que el famoso Karma no reparte más justicia que el Tercer Poder porque entonces estoy perdida. Estamos perdidos.

Nada me gustaría más que tragarme mis propias palabras, créanme. Ojalá alguien me obligue a hacerlo algún día.

15-S(ueños); dos milenios «después» de Cristo.

Mamá dice que hemos venido hasta aquí porque unos señores de traje y corbata que salen en la tele están dando azotes y zapatillazos en el culo a gente que no se lo merece. Y también porque hace tiempo que cambiaron el Disney Land inicial por dosis diarias de dentistas. Dentistas con batas y mascarillas, ¿sabéis? De esos que tienen sonrisas demasiado grandes, una caja de herramientas con formas diabólicas a mano y lo de la anestesia les suena a chino mandarín. Me hice pipí cuando me lo contó. Sin embargo ella mantuvo hasta el final de la historia esa mirada desafiante de quien está seguro de que va a ganar mucho antes de saber exactamente a qué está jugando.

¡Cuántos colores! ¡Y cuantísimas personas! Además, llevan silbatos y carracas, ¡qué guay! Papá nunca me quiso comprar un pito de esos (bueno, en realidad he tenido como unos diez y los he perdido todos. Soy un desastre). A mi alrededor hay bomberos, policías, mineros. Profesores de universidad, de instituto y seños como la mía. Niños y niñas. Papás y mamás. Abuelos y abuelas. Altos, medianos y bajos. Gorditos, normales y flacuchos. Blancos-nieve, marrones claritos y chocolates espesos. ¡Incluso sillas de ruedas supersónicas! Unos hablan modo cómplice on, otros se miran en descuidos de última hora como asintiendo con las pestañas; mis padres gritan y se despeinan y se calman y se vuelven jóvenes. Y yo…a mí no me queda otra que temblar.

Plaza Doctor Gregorio Marañón (Madrid)

Ingenio en el Paseo de la Castellana (Madrid)

Ayer, 15 de septiembre del mortal y a todas luces engañoso 2012, alrededor de medio millón de personas (según fuentes sindicales), “65.000”, ‘corrigió’ la Delegación del Gobierno, convocadas por la Cumbre Social (unión de más de 217 colectivos: sindicatos, ONGs, asociaciones de consumidores, feministas, profesores…) partieron desde distintos puntos de la capital española para confluir a plena luz del Sol (12 a.m.) en la plaza de Colón.

Desembocadura del Paseo de la Castellana en la plaza de Colón (Madrid)

Las reformas que el Partido Popular ha venido aplicando desde el mismo instante en que se hizo con el poder en octubre del año pasado (contrarias, por otra parte, a todas aquellas medidas que adornaban la candidatura de Marianín) han sido el desencadenante tanto de ésta, como de las decenas de manifestaciones que se suceden a diario en toda España desde hace ya algún tiempo.

Puente elevado sobre el Paseo de la Castellana (Madrid)

Galicia presente en el Paseo de la Castellana (Madrid)

Las aparentes ovejitas obedientes y ciegas con las que Rajoy y compañía contaban han dejado de serlo (si es que alguna vez lo fueron) y ahora exigen al Gobierno que convoque un referéndum y guarde su afilada tijera en el bolsillo derecho por si su impulso de recortar es irrefrenable; así empieza por lo que tiene más cerca.

Gran consejo del Paseo de la Castellana (Madrid)

Paseo de la Castellana (Madrid)

Paseo de la Castellana (Madrid)

Verde, naranja, blanca, violeta, negra…Las mareas se entremezclaron con personas del norte, sur, este y oeste español, bomberos “quemados”, profesores con horarios desorbitados y salarios ridículos, policías y mineros. Banderas sindicales, republicanas y de comunidades autónomas, globos, chapas, pancartas al son de: “Quieren acabar con todo”, “Tu lujo es mi hambre”, pitidos y esperanza.

Bomberos por el Paseo de la Castellana (Madrid)

Bombero «quemado» (Plaza de Colón, Madrid)

Varios miembros de Izquierda Unida y de la dirección del PSOE hicieron acto de presencia cambiando sus cómodas y blanditas butacas del Congreso por el duro y frío suelo de la calle (exceptuamos eso sí al secretario general socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba y al número dos, Elena Valenciano).

Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO., durante el discurso final de la concentración habló de una nueva huelga general como “desenlace inevitable” de un país que lo está perdiendo todo (excepto a sus políticos; esos no salen ni con agua hirviendo). “La llave de la huelga general la tiene el presidente del Gobierno. Llegaremos tan lejos como el Gobierno quiera llegar”, advirtió.

Plaza de Colón tras el discurso final (Madrid)

La manifestación, pacífica y tranquila, se saldó con cuatro detenidos por “resistencia a la autoridad” (versión de la Delegación del Gobierno); versión 15-M: por la pancarta alentadora de la convocatoria prevista para el 25 de septiembre (Rodea el Congreso) que los manifestantes llevaban consigo.

Plaza de Colón (Madrid)

Nunca sabremos el verdadero motivo, amigos míos. Lo que sí os puedo asegurar es que el broche de oro de la protesta lo pusieron una Ana Belén y un Víctor Manuel muy jóvenes. ¿Cómo? Pues abriendo y cerrando murallas; no podía ser de otra manera.

 — ¡Tún, tún!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel…

Tercer dodecálogo de un cuentista

I

Mucho más urgente que noquear a un lector es despertarlo.

II

El cuento no tiene esencia, apenas costumbres.

III

Hay dos tipos de cuento: los que ya saben la historia y los que la van buscando.

IV

La extrema libertad de un libro de cuentos radica en la posibilidad de empezar de cero en cada pieza. Exigirle unidad sería ponerle un candado al laboratorio.

V

La quietud como arte de la inminencia.

VI

La voz decide el acontecimiento, más que viceversa.

VII

Al cuento lo persigue su estructura. Por eso, cada cierto tiempo, conviene dinamitarla.

VIII

Un relato absolutamente redondo atrapa al lector, no lo deja salir. En realidad tampoco le permite entrar.

IX

Todo cuento es oral en primer o segundo grado.

X

Mientras el cuentista perpetra simetrías, sus personajes lo perdonan con sus imperfecciones.

XI

Tentación efectista del final abierto: interrumpirlo en un momento demasiado brillante, clausurarlo en su apertura.

XII

Toda historia que termina a tiempo empieza de otra manera.

«Hacerse el muerto» por Andrés Neuman

Colección de náuseas volumen I

Mendigos de frontera. Individuos sin rostro. Vidas fantasmas que huyen como consecuencia de vaya usted a saber qué maldición gubernamental. Más “sin” que “con”; más muerte que vida.

Ya no es sólo Negra el África, señores. Ahora todos vivimos al amparo de una inmensa sombra que, expandiéndose a  velocidad incierta, amenaza con sumir en lo más opaco del color cada rincón del planeta. ¿No me creen? Miren, miren: Raúl, de 19 años, es un olvidado del Magreb más pobre; Galo, y Lamine representan dos de los 160 desahucios diarios con que España premia a sus habitantes; Joaquín es una víctima de la reforma laboral del nuevo gobierno (desempleado pisoteado) que engruesa actualmente las filas del paro español; Emanuel Mukasa simboliza el exponente máximo de locura que el ser humano es capaz de alcanzar; Anita Ramos es cómplice del sacrificio que conlleva el salir en busca de una vida digna. Y la lista  de afectados por las barbaries terrenales va en aumento. Como ven, hace tiempo que se dejó de vivir para pasar a un estado de subsistencia perpetuo.

                        Fotografía: Ana Hernangómez de Pedro

El que la Tierra (nuestra Tierra) esté maniatada en un sótano oscuro, sudando de miedo y con un gatillo tensado en la sien, no ayuda en absoluto. Y la naturaleza humana como tal, digamos que lo empeora aún más. La historia es esta: de moléculas de hidrógeno nacieron bombas atómicas, y el resto es simple decorado. Las exportaciones de armas, que registraron un aumento del 100% en nuestro país allá por el 2011, cambian al fantasma de la crisis por mutilaciones variopintas y rentabilidad en los gobiernos capitalistas. El muerto a 100$. ¿De verdad me están queriendo decir que fomentamos la muerte de millones de personas para ensuciar nuestras miserables vidas con unos beneficios económicos que se ahogan en la sangre que los ha producido? ¿Hasta tal punto de deshumanización hemos llegado? Me río de Stalin.

Cambiando de tema. Ayer estuve a punto de crear mi propia religión, fíjense, para tener algo en lo que creer dado los tiempos que corren. Ya saben, como un punto fijo donde mirar cuando todo a tu alrededor se ha vuelto loco. Pensé en enfocar mi doctrina hacia la teoría de que las jirafas iniciarían una revuelta en la sabana y con ayuda de los esquimales, nos salvarían a todos. Tras horas de reflexión llegué a la conclusión de que esa idea era demasiado inteligente y decidí orientar mi religión hacia el non-credere (no creer). Luego me di cuenta de que ni siquiera me valía creer en que no creo nada porque ya sería creer en algo. Al final me comí un mikolápiz y me eché a dormir.

(¿Qué? Como cualquier político yo también tengo derecho a hacer y decir una larga y contundente sarta de gilipolleces, aunque no esté hasta las cejas de dinero negro ni me limpie el culo con el sueldo de millones de personas). 

Sangüel

Discutía a todas horas con la Luna sólo para poder darle un beso de buenas noches a las doce en punto. No hacía preguntas, únicamente te miraba con detenimiento las pestañas y si sonreía, es que todo iba a salir bien. Y así era.

Se ponía las gafas de su abuela cuando nadie la veía y trataba de mantener el equilibrio en la alfombra mágica de Aladín. Gritaba, pegaba, mordisqueaba y arañaba, sí. Pero también te amaba. En un susurro de estos de última hora, pero te amaba.

Quería pecas y se las pintaba. Quería historias que contar y se hizo heridas de guerra. Le gustaban las despedidas con tarta de fresa y coronas del Burger King de por medio. Perder el equilibrio, hacer pi pi en los brazos de papá, repartir vida en versos sin rima. Ruffles jamón jamón y  olor a helechos en otoño.

Se peinaba el pelo antes de dormir para que los sueños no se le quedasen enredados. 

Pritt y amigos

«Mi nombre es Carlos Daniel Yauri Hincho.

Nací el 1 de abril de 2009. Tengo dos años y tres meses. Mi papá trabaja de chófer y mi mamá está estudiando cosmetología. Tengo un hermanito que siempre juega conmigo. Vivimos en casa de mis abuelos y son ellos quienes me cuidan cuando mi mamá no está. Hace poco estuve con alergia en el cuerpo y tenía unas pequeñas llaguitas. Aún no sano del todo, pero espero mejorar.

Soy un niño robusto. Me encanta quitarme los zapatos (será porque mi mamá me envía con zapatos de talla más grande). Aún no pronuncio palabras, solo señalo. Me gusta mucho jugar en la piscina de pelotas con mis amiguitos, pero soy un poco inseguro y lloro mucho cuando pienso que me voy a quedar solo».

«Hola, mi nombre es Milenka Priscila Díaz Noa.

Nací el 20 de mayo del 2008. Tengo un añito y tres meses y ya camino. Soy la última de seis hermanitos. Mi papá y mi mamá se esfuerzan mucho para velar por nosotros. Ellos tienen que trabajar casi todo el día en la chacra.

En la Casa Cuna me siento muy contenta porque cuidan de mí, me alimentan y me enseñan muchas cosas nuevas».

«Hola, mi nombre es Julieth Fabiola Mamani Palli.

Nací el 11/04/04. Tengo una hermana gemela y estamos muy unidas. Antes nos confundían de nombre, pero ahora somos nosotras quienes confundimos a las demás personas y eso nos hace gracia. Lo malo es que enfermo mucho de los bronquios y mi mamita se preocupa, pero sé que eso pasará pronto. Me gusta pintar y usar colores muy fuertes y vivos».

«Hola, mi nombre es Katherine Vanessa Zapana Gamarra.

Tengo casi tres años y vivo con mi mamá y mi hermana. Soy hábil y aprendo rápido, pero no paro de moverme (parece que me pusieron cuerda). Tengo una carita muy especial y graciosa, aunque me cuesta mucho subir de peso y hace poco estuve malita de los bronquios».

«El Ser Humano es malo por naturaleza» , decía Thomas Hobbes. Le faltó conocerlos a ellos.

GAM Tepeyac

“Los buenos te joden, los malos te joden y el resto no saben ni joder”

Se ríen, pero de nosotros. Mienten, incluso estando callados. De beneficio personal y corrupción son perfectos expertos. Hablan, callan, traman, maman. Y los ciudadanos lo sabemos.

Todo el entramado de poder que constituye el vértice de la tan de moda actualmente «pirámide alimenticia en el ámbito social y humano» es más antiguo que el primer excremento de dinosaurio (ya que va de «mierda» la cosa, me permito hacer esta comparación). Vivimos en un mundo de conspiraciones, mentiras y recelos, donde la mayor parte de lo que conocemos es solo aquello que Ellos nos dejan conocer, donde la transparencia, la honestidad y la libre circulación de derechos y libertades brillan por su ausencia, donde muchos no somos dueños de nada y unos pocos lo son de todo. Enajenación.

El problema del poder y sus doblegados va mucho más allá de partidos políticos y personajes incoherentemente repetitivos con caras idóneas para la caricaturización. Aunque valientes canallas hijos de su mismísima madre, no dejan de ser también un puñado de títeres al servicio de «los de arriba», por mucho que parezcan no darse cuenta y se sientan orgullosamente responsables de todo lo que ocurre en un país completamente ajeno a ellos (algo por otra parte, con menos sentido y más surrealista que un mono fumando ducados).

Si bien, he de decir que el señor Mariano Rajoy (ya saben, protagonista del single: “Un, dos, tres, un pasito pa’ lante Mariano. Un, dos, tres, un derecho pa’ tras”) me ha dejado con la boca abierta y “alucinando pepinillos”. Jamás pensé que en unos meses, un mortal que dista tanto de ser un genio lograra retroceder dos siglos en el tiempo y tirar por tierra todo lo que el hombre ha ido consiguiendo a lo largo de los años a golpe de revolución, lucha, tenacidad, esfuerzo y muerte. Es ushté increíble, Marianín.

Volviendo a lo que estábamos. Otra modalidad de maleante en las sociedades actuales, más próxima quizá al sobrenombre de «los de arriba» al que he hecho mención en los primeros párrafos, es la de pez gordo de una Multinacional o Corporación (banqueros a lo Mario Conde también me valen). Posiblemente los hayan visto frecuentando todo tipo de vicios, guardando en un maletín el precio de la dignidad que nunca tuvieron y el de otras muchas, coaccionando de día y corrompiendo de noche. Se alimentan de desgracias ajenas y disfrutan violando ideales. Le harán el amor de una manera destructiva y brutal, no lo dude. [WANTED]

Así, tenemos por ejemplo a Rupert Murdoch: hombre fiel a las arrugas de Bulldog Inglés y portador de esa especial sinvergonzonería que con mucho gusto le haría tragar sin avioncito y con todas sus impurezas, nada de pasapurés. El principal accionista de News Corporation es el rostro de la manipulación de los medios, de los paraísos fiscales y de las acciones monopolísticas que canalizan los beneficios de sus negocios. Para hablarles adecuadamente de él necesitaría varios post, más templanza y menos rabia. Así que por ahora solo se lo presento como uno de los mayores hijos de la chingada que ha formado parte de la Historia. Mala persona, sucio y repugnante de tentáculos a cabeza.

Como él, muchos otros ven el mundo en forma de empresa y a las personas como meras máquinas de hacer dinero. Si de algo entienden es de sobornos y dinero fácil y si de algo carecen es de escrúpulos y conciencia.

Por eso salimos ayer a la calle; porque los ciudadanos no queremos seguir formando parte del “engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe de nuestras necesidades”, porque creemos que es necesaria una “Revolución Ética, pues se ha puesto el dinero por encima del Ser Humano en vez de a su servicio”, porque “somos personas y no productos del mercado”.

Políticos, banqueros, empresarios… madame (cara de francés sexy con mostacho enrollado), habrá 14-L, 86-J y 2456416-MXV si es necesario. ¡Ah! Y por cierto De la Riva, te vamos a boicotear la cara sin tuna y con ganas, payaso.

Desde aquí, un besito enorme a Internet por conseguir que en el mundo virtual aún sigamos teniendo los derechos que nos corresponden.

«Into the wild»

Que un caballo salvaje me intente domar mientras abrazo a un tigre, veo atardecer desde la oreja de una jirafa y comos phoskitos.

No espero que lo entiendas.                                                                                                       No espero que me entiendas.

No espero que compartas mi ideal de libertad.

Los sheks también saben amar

«Mi amigo Óscar es uno de esos príncipes sin reino que corren por ahí esperando que los beses para transformase en sapo. Lo entiende todo al revés y por eso me gusta tanto. La gente que piensa que lo entiende todo a derechas, hace las cosas a izquierdas, y eso,viniendo de una zurda, lo dice todo. Me mira y se cree que no le veo. Imagina que me evaporaré si me toca y que, si no lo hace, se va a evaporar él. Me tiene en un pedestal tan alto que no sabe cómo subirse. Piensa que mis labios son la puerta del paraíso, pero no sabe que están envenenados. Yo soy tan cobarde que, por no perderle, no se lo digo. Finjo que no le veo y que sí, que me voy a evaporar…

Mi amigo Óscar es uno de esos príncipes que harían bien manteniéndose alejados de los cuentos y de las princesas que los habitan. No sabe que es el príncipe azul quien tiene que besar a la bella durmiente para que despierte de su sueño eterno, pero eso es porque Óscar ignora que todos los cuentos son mentiras, aunque no todas las metiras son cuentos. Los príncipes nunca son azules y las durmientes, aunque sean bellas, nunca despiertan de su sueño.

Óscar es el mejor amigo que nunca he tenido y, si algún día me tropiezo con Merlín, le daré las gracias por haberlo cruzado en mi camino» (Carlos Ruiz Zafón ‘Marina’).

Por devolvernos a ambas la vida.

Natillas de chocolate y nata

Bebo. Pienso. Extraño. Tengo. Libertad. Miedo, mucho. Ganas, más. De seguir gritando con manos medio muertas mientras nada cambia; ni de año, ni de acera, ni de ropa, ni de estrella. Seguir siendo.

Mientras ellos siguen muriendo y el mundo girando. Ellos y Ella. Porque cuando la existencia se detiene, se escribe lo pasado o lo imposible. Y a mí aún me quedan ganas de escribir por ellos; aunque la vida sea una puta y los de aquí muy perros.

África united